Los problemas de bajo nivel comienzan cuando la señal debe atravesar al menos dos paredes para dar conectividad.
Ubicación del router. Ubique el router en el sector central de la casa, dándole altura e intentando alejarlo de todos los equipos que puedan significarle una interferencia electromagnética, como televisores, microondas, bases de teléfonos inalámbricos y radios.
Administrar los canales. Los routers permiten elegir distintos canales. En general, de fábrica, usan el canal 6, pero en lugares donde hay muchas señales superpuestas, como edificios, lo aconsejable es entrar a la configuración y probar con los otros canales, hasta determinar el que entregue mejor señal.
Router de calidad. En espacios reducidos, cualquier router sirve. Pero cuando los ambientes a cubrir son más amplios y la señal debe atravesar paredes o losas, debe optar por equipos de mejor calidad. Piense en marcas como Linksys, Cisco o la línea más costosa de otras, como D-link.
Cambiar la antena. Si por cuestiones del cableado o la ubicación del tomacorriente se complica reubicar el router, se puede reemplazar la antena a rosca que traen de fábrica por otra de mayor tamaño y ganancia de señal. Lo mismo puede hacer en la placa de la PC. “En el caso de notebooks y tablets, es posible sumar alcance conectándole un adaptador de red con antena externa vía USB”, publicó el medio argentino La Voz.
Extender la señal. Cuando el área a cubrir es extensa o la señal debe atravesar varias paredes de ladrillo o de concreto, la solución es extender el alcance de la red mediante un Access Point, que requiere conectarse al router mediante un cable LAN o un repetidor inalámbrico (Wi-Fi Extender Range). Se colocan en un tomacorriente, se conectan a la red Wi-Fi y extienden el área de cobertura.
Fuente: VueloDigital.com